El Pro-Huerta (INTA-MDS/PNSA (1)) es un Programa del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria (PNSA) del Ministerio de Desarrollo Social (MDS).

El objetivo del programa es: "Mejorar la seguridad alimentaria de la población urbana y rural en situación de vulnerabilidad social, incrementando la disponibilidad, accesibilidad y variedad de alimentos mediante su auto producción y aprovechamiento en huertas y granjas".

Son sus destinatarios, como lo indica el objetivo, la población en situación de vulnerabilidad social, esto es familias y grupos urbanos y rurales situadas bajo la "línea de pobreza"; es decir aquellos que presentan condiciones de pobreza estructural, sectores pauperizados por caída de sus ingresos o por desocupación. Se priorizan las familias con niños menores de 14 años, mujeres embarazadas, desnutridos, discapacitados y adultos mayores de setenta años. A esto se suman escuelas de áreas socialmente críticas, particularmente aquellas con comedor escolar.

Se trata de un programa enmarcado en la seguridad alimentaria, que conjuga la capacitación progresiva, la participación solidaria y el acompañamiento sistémico de las acciones en terreno, resultando estratégicos en su operatoria la intervención activa de promotores y redes de organizaciones de la sociedad civil, especialmente del área educativa.

El conjunto de acciones realizadas se concreta en modelos de huertas y granjas agroecológicas de autoconsumo en el ámbito familiar, escolar, comunitario e institucional, de manera que puedan generar sus propios alimentos.

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(1) Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria–Ministerio de Desarrollo Social de la Nación/ Programa Nacional de Seguridad Alimentaria.

El Programa Pro-Huerta utiliza las siguientes estrategias:

• Capacitación de promotores: El programa promueve la participación activa de promotores comunitarios, institucionales y docentes, quienes junto a los técnicos llevan adelante las acciones que permiten el desarrollo del programa. Los promotores surgen de las propias comunidades y son los impulsores de la participación, la generación de ideas y de proyectos.

La capacitación de estos agentes multiplicadores, conforma el componente central del Pro-Huerta (INTA-MDS/PNSA). La capacitación consiste en la formación permanente de formadores (técnicos, promotores voluntarios y participantes) quienes desarrollan, a su vez, la capacitación de la población objetivo, es decir las familias, los niños en establecimientos educativos, e integrantes de organizaciones de la comunidad.

Los contenidos contemplados en las formaciones incluyen, entre otros: la huerta agroecológica, granja (cría de aves, frutales y conejos), herramientas e infraestructura, educación alimentaria, formas de aprovechar, combinar y conservar los alimentos.

• Asistencia y apoyo técnico: La misma es llevada adelante por los técnicos y a fin de asegurar la continuidad de los emprendimientos, con un adecuado nivel de producción, tratando de aprovechar bien los recursos disponibles localmente.

• Articulación interinstitucional: Se sostiene una red de cooperación entre organizaciones de distintos tipos y niveles (barrial, municipal, provincial, nacional), que se complementan, potenciando recursos, ideas, tecnologías e iniciativas de política social.

• Provisión de materiales e insumos críticos: Las instituciones que co-participan del programa reciben los elementos necesarios para iniciar los diferentes modelos de autoproducción (semillas hortícolas, plantines frutales y otros alimentos frescos, planteles de animales menores de granja, herramientas e infraestructura, materiales didácticos, etc.).

• Generación y validación de tecnologías apropiadas: Son actividades de investigación y experimentación que se desarrollan con la participación de los destinatarios. Se trata tanto de experimentar en huertas demostrativas, como de rescatar lo que sabe la gente y las innovaciones que ella misma va generando.

Cabe destacar asimismo, que en el marco de las políticas públicas, el programa responde al compromiso de "Erradicar la pobreza y el hambre" asumido por la República Argentina y expresado en el documento "Objetivos de Desarrollo del Milenio-Argentina", publicado por la Presidencia de la Nación en octubre de 2003, en respuesta a las responsabilidades asumidas en la Cumbre del Milenio el 8 de septiembre del año 2000. Momento en que la Argentina junto a 189 países reunidos, aprobaron lo que se conoce como la "Declaración del Milenio", por medio de la cual se comprometieron a implementar acciones en sus países para alcanzar una serie de Objetivos de Desarrollo para el año 2015. Tales objetivos quedaron plasmados en la Resolución N° 55/2 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Por otro lado el Artículo 1º del Decreto Reglamentario N° 1.018 de la Ley N° 25.724 del Programa de Nutrición y Alimentación Nacional del año 2003, establece: "...Propender a asegurar el acceso a una alimentación adecuada y suficiente, coordinando desde el Estado las acciones integrales e intersectoriales que faciliten el mejoramiento de la situación alimentaria y nutricional de la población". Se considera que la escuela, como institución emancipadora, constituye un aliado fundamental para el logro de estos objetivos.

Asimismo, durante el año 2006 se trabajó en la construcción y proyección de indicadores para 2007-2009, junto a funcionarios de la Oficina Nacional de Presupuesto y del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, en el marco de la "Experiencia Piloto de Programas Orientados a Resultados", que comenzará a implementar el Ministerio de Economía de la Nación a partir del presente año. El mismo involucra a cinco programas de distintos ámbitos del gobierno nacional, apunta a fundamentar los aspectos financieros del Presupuesto Nacional y las metas físicas de prestación de servicios en los objetivos de política del ejercicio.

El Pro-Huerta (INTA-MDS/PNSA) participará de la "Experiencia Piloto de Programas Orientados a Resultados" y uno de los indicadores que aplicará es la "Tasa porcentual de escuelas estatales con huertas asistidas". Se pretende que el valor del indicador se incremente en forma sostenida, tendiendo a cubrir la totalidad de escuelas con población vulnerable.

Esto fortalece la necesidad de realizar una estrategia específica de promoción de huertas escolares articulada con las instituciones del área educativa en el ámbito nacional, provincial y municipal.

Las escuelas, son instituciones con gran peso en el ámbito comunitario, que en general funcionan como centros movilizadores y multiplicadores de diversas acciones y propuestas que fomentan el desarrollo local.

La huerta agroecológica y los diferentes componentes productivos que se promueven desde el programa pueden brindar respuesta a diferentes necesidades, especialmente en los sectores socialmente vulnerables, en donde el factor nutricional se torna en estas circunstancias de alta prioridad. Desde este punto de vista se contribuye a satisfacer requerimientos nutricionales, garantizando una ingesta balanceada y diversificada.

Esta propuesta que se viene desarrollando hace 16 años concuerda con los fines y objetivos de la Política Educativa Nacional, expresada en el Capitulo II de la Ley de Educación Nacional (Ley N° 26.206) como ser: De garantizar una educación integral que desarrolle todas las dimensiones de la persona y habilite tanto para el desempeño social y laboral; de brindar una formación ciudadana comprometida con los valores éticos y democráticos de participación, libertad, solidaridad, respeto a los derechos humanos, responsabilidad, honestidad, valoración y preservación del patrimonio natural y cultural; de fortalecer la identidad nacional, basada en el respeto de la diversidad cultural y a las particularidades locales, abierta a los valores universales y a la integración regional y latinoamericana; de garantizar la inclusión educativa a través de políticas universales y de generación de estrategias pedagógicas y de asignación de recursos que otorguen prioridad a los sectores más desfavorecidos de la sociedad; de concebir la cultura del trabajo y el esfuerzo individual y cooperativo como principio fundamental de los procesos de enseñanza-aprendizaje; de desarrollar capacidades y ofrecer oportunidades de estudio y aprendizaje necesarias para el educación a lo largo de toda la vida; y de brindar a las personas con discapacidades, temporales o permanentes, una propuesta pedagógica que les permita el máximo desarrollo de sus potencialidades, la integración y el pleno ejercicio de sus derechos.

Además, estos espacios productivos en el ámbito escolar posibilitan la creación de un modelo de educación distinto, ya que:

• Representa un eje para el desarrollo de contenidos curriculares. La huerta y demás componentes productivos pueden ser utilizados como un instrumento pedagógico para contenidos disciplinares específicos, pero también puede tener un alcance integral que atraviese todo el proyecto educativo escolar.

• Permite establecer una relación entre la teoría y la práctica, posibilitando un aprendizaje vivencial y significativo.

• Promueve el trabajo en equipo, la solidaridad y la cooperación entre los que participan de la experiencia, ya que compromete, motiva y moviliza a todos los actores de la comunidad educativa.

• Fomenta la cultura emprendedora, ya que a través de la experiencia en la huerta se aprende a generar proyectos, planificar, esforzarse y obtener resultados en forma organizada.

• Permite el desarrollo de temas transversales como la educación para la salud, educación para la igualdad de oportunidades, educación para la democracia, entre otros; por medio de la vivencia concreta en situaciones reales.

• Representa un dispositivo y propuesta técnica que permite desarrollar múltiples conceptos relacionados con la enseñanza del cuidado del medio ambiente, fomentando el manejo adecuado y sostenible de los recursos naturales, acorde con el artículo 89 de la Ley de Educación Nacional (2).

• Favorece el proceso de enseñanza-aprendizaje con niños y jóvenes que presentan discapacidades, y/o dificultades en el aprendizaje, conducta, integración y comunicación.

• Posibilita un mejoramiento de la calidad alimenticia, ya que se puede vivenciar de manera práctica los beneficios de la diversificación de la dieta.

• Fomenta la participación activa de toda la comunidad educativa, fortaleciendo los lazos entre docentes-padres, padres-alumnos, escuela-otras organizaciones e instituciones de la comunidad.

• La experiencia es apropiada por los niños y sus familias, que enfrentan problemas de acceso a una alimentación saludable, resultando la escuela en estos casos un agente multiplicador que aporta a la satisfacción de las necesidades básicas de las familias en situación de vulnerabilidad social.

• Permite la revalorización y recuperación de saberes y prácticas ancestrales, referidas a la producción y uso de distintas especies.

Como resultado de la implementación del programa en el ámbito educativo del territorio nacional, el Pro-Huerta (INTA-MDS/PNSA) promueve y brinda apoyo en la actualidad a 6615 huertas escolares. Las mismas se desarrollan en los cuatro niveles de la estructura educativa —inicial, primaria, secundaria y superior—. Y las siguientes modalidades: Educación Técnico Profesional, Educación Especial, Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, Educación Rural, Educación en Contextos de Privación de la Libertad, y Educación Domiciliaria y Hospitalaria. También se desarrollan variados proyectos en área de educación no formal.

En la actualidad participan del programa 4884 promotores docentes, quienes conforman una red a lo largo y ancho del territorio nacional, que en forma voluntaria, solidaria y comprometida, desarrollan las propuestas de huerta y granja agroecológica, y la promoción del programa en el ámbito de su comunidad educativa.

El rol del promotor docente es de suma importancia, ya que desarrolla variadas actividades que hacen que el proyecto tenga sus frutos. Entre ellas se destacan:

• Comparte los conocimientos e información desarrollados en las capacitaciones del Programa Pro-Huerta (INTA-MDS/PNSA), con los docentes que participan del proyecto en cada escuela.

• Gestiona y recepciona, junto a la conducción escolar, los recursos e insumos que brinda el programa: Semillas, material didáctico, herramientas, infraestructura, etc.

• Promueve y moviliza en toda la comunidad educativa las distintas experiencias productivas a nivel familiar y comunitario.

• Capacita a padres y alumnos, y a otras organizaciones e instituciones del medio.

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(2) Artículo 89: El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo Federal de Educación, dispondrá las medidas necesarias para proveer la educación ambiental en todos los niveles y modalidades del Sistema Educativo Nacional, con la finalidad de promover valores, comportamientos y actitudes que sean acordes con un ambiente equilibrado y la protección de la diversidad biológica; que propendan a la preservación de los recursos naturales y a su utilización sostenible y que mejoren la calidad de vida de la población. A tal efecto se definirán en dicho ámbito institucional, utilizando el mecanismo de coordinación que establece el artículo 15 de la Ley N° 25.675, las políticas y estrategias destinadas a incluir la educación ambiental en los contenidos curriculares comunes y núcleos de aprendizaje prioritario, así como a capacitar a los/as docentes en esta temática.

Cada técnico diseña diversas estrategias con las correspondientes autoridades del territorio (inspectores, supervisores, etc.), con quienes trabajan en forma articulada en la promoción y convocatoria de los docentes, en las distintas actividades que se promueven desde el programa.

Estas articulaciones muchas veces derivan en convenios, entre las coordinaciones Provinciales del Pro-Huerta (INTA-MDS/PNSA) o las Estaciones Experimentales Agropecuarias (EEA) del INTA, y el Ministerio de Educación a nivel provincial.

El establecimiento de convenios a nivel provincial, posibilita llevar la experiencia de huerta y granja escolar a mayor cantidad de escuelas, así como también fortalecer las experiencias que ya se encuentran en curso.

En los casos en que no se pudo firmar convenio con la provincia, se destaca la existencia de convenios específicos, directamente con instituciones escolares, que posibilitan llevar adelante la experiencia.

En general los convenios constan de instancias de capacitación a promotores (docentes, personal de otras instituciones y agentes comunitarios) en temas como huerta y granja, usos no habituales de hortalizas y frutas, cereales y legumbres, fabricación de herramientas, conservación de alimentos, entre otros, dependiendo de las particularidades de la propuesta.

La capacitación se complementa con la entrega de los insumos necesarios para llevar adelante la experiencia, como ser: semillas, árboles frutales, herramientas e implementos, lombrices californianas, plantas aromáticas, conejos reproductores, aves y cartillas de capacitación que dan apoyo a estos componentes.

Por otro lado y en forma sistemática, se realizan diferentes eventos en el ámbito educativo de cada provincia. Los eventos son un componente del programa que permiten mostrar a la comunidad los logros obtenidos, por medio de la difusión de experiencias que pueden servir como ejemplos multiplicadores.

Como ejemplo de esto se pueden mencionar experiencias tales como:

• Ferias de Ciencias Locales y Provinciales en donde se han presentado trabajos de investigación y experimentación sobre diversas temáticas como ser: Cultivos orgánicos, lombricultura, granja, la alimentación y la salud, y flores nativas.

• Encuentros anuales con niños horticultores.

• Jornadas con niños sobre: Cultivo de tomate, plantas aromáticas, conservación de hortalizas y cultivos protegidos.

• Encuentros provinciales con la participación de 100 escuelas aproximadamente.

• Cursos Zonales de Capacitación a Docentes.

• Jornadas de Armado de Invernaderos.

• Obras de teatro para niños.

• Ferias de Ciencias de Escuelas Rurales y Urbanas.

• Otros.

Finalmente, cabe mencionar que el Ministerio de Desarrollo Social, a través del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, desarrolla a lo largo de la República Argentina el Proyecto "El Teatro y la Educación Alimentaria llegan a los niños", que comprende la exhibición de obras teatrales, las cuales relatan la importancia de los alimentos que se consumen teniendo en cuenta la diversidad de costumbres y hábitos alimentarios.

Las obras teatrales que se desarrollan se detallan a continuación:

• "La Laucha Gaucha".

• "El Misterio del Tronco Tembloroso".

• "Narices Rojas. Un Cuento Rico para Comer Despacio y con Amigos".

Se ha generado una "Red Virtual de Educación" en donde ya participan más de 350 personas involucradas con el área de toda la República Argentina. La red surgió a partir del intercambio de experiencias a través de los sucesivos encuentros con los responsables que llevan adelante el proyecto educativo en diferentes provincias.

La Red constituye un espacio que funciona como una caja de herramientas y lugar de encuentro, que permite intercambiar información, materiales, experiencias, informar e informarse sobre el trabajo que realizan colegas en otros puntos del país, lo cual también resulta como disparador de ideas para el trabajo en terreno de cada uno de los integrantes de la red.

La misma se encuentra abierta a la participación de todos/as aquellos/as comprometidos/as con el ámbito escolar, y pueden inscribirse enviando un email a la siguiente dirección electrónica: prohuerta_educacion-owner@gruposyahoo.com.ar.

Por otro lado, se ha confeccionado una "Biblioteca Virtual" con diferentes áreas temáticas según los componentes del Pro-Huerta. La misma está conformada por materiales que se producen en el marco del Pro-Huerta en diferentes provincias. Y está apoyada por una "Biblioteca Física", que se encuentra sistematizada en las oficinas de la coordinación nacional.

La biblioteca virtual puede consultarse en la siguiente página Web: http://www.inta.gov.ar/extension/prohuerta/info/informacion.htm.

Asimismo, se está elaborando una cartilla que aborde especialmente el tema de la huerta dentro del ámbito escolar, a partir de la recolección en varias provincias de las experiencias de los propios actores.

El Ministerio de Educación Nacional ha declarado de Interés Educativo en el ámbito nacional el trabajo en las huertas escolares, la educación alimentaria y nutricional, y los libros "¿Qué te pasa calabaza?" y "Mariquita en la huerta orgánica", correspondientes al Plan Nacional de Seguridad Alimentaria del Ministerio de Desarrollo Social.

Se han generado vínculos con el "Programa de Educación Solidaria" del Ministerio de Educación, quienes invitaron al Programa Pro-Huerta para que organice un taller en el 11° Seminario Internacional de Aprendizaje Servicio Solidaria, que se realizó los días 27 y 28 de agosto de 2008. El taller tuvo como eje la soberanía alimentaria, y expusieron sus experiencias representantes docentes y técnicos de las Provincias de Salta y del Neuquén.

Para el programa Pro-Huerta resulta de especial significación seguir construyendo instancias de diálogo y trabajo con los Ministerios de Educación (Nacional y Provinciales), a fin de seguir fortaleciendo el valioso esfuerzo que realizan todos los días en el territorio.

Por otro lado, se impulsa la concreción de redes con diferentes ONG´s que trabajan en temas de educación, como la Fundación Huerta Niño (que posee un convenio firmado), Misiones Rurales, APAER, Escuelas del Bicentenario (IIPE/UNESCO) y AMUS, entre otras.

En el marco de la Provincia de Buenos Aires se ha confeccionado de manera conjunta entre los técnicos pertenecientes a las tres regiones que componen la Provincia de Buenos Aires (CRBAN, CERBAS y AMBA), un "Proyecto de Formación y Calificación Docente" denominado "La huerta agroecológica. Una propuesta pedagógica".

El mismo fue aprobado por la Dirección de Capacitación de la Provincia de Buenos Aires, y se implementará durante el ciclo lectivo 2009, con el otorgamiento de puntaje a los docentes que participen de dicha instancia de capacitación, con una carga horaria de 42 hs. reloj.

Esta experiencia se está realizando como prueba piloto para poder replicar en otras provincias que lo necesiten, y cuenta con el apoyo del Proyecto Específico 3335 "Gestión de Competencias para la Innovación Social", perteneciente al Proyecto Integrado 3.